Todo empieza con una escapada a Barcelona para solucionar temas de papeleo. Algunos de estos papeles, son tristes y me producen una cierta melancolía … El día, en cambio, luce radiante. Sol y frío ( sin nieve, eso sí) .La luz es preciosa… Me fijo en esos pequeños detalles para despistar a mi cerebro tonto. En el coche, la radio , pero prefiero no oír las noticias del día así que opto por la música. La música…
Y, entonces, suena Jericho de Simply Red. Pongo la radio a todo volumen …Llego a mi destino ya más activada, más y mejor en eso del alma. Estoy en mis calles de la niñez y de la adolescencia. Paso por delante de mi cole, por delante de la panadería ( me compraba unas piezas de chocolate negro que eran la bomba) y por la floristería ( a la que nunca entraba pero siempre estaba allí, con todas esas plantas y flores, tan bonitas, ocupando la acera). Son de los pocos establecimientos que reconozco, en unas calles que parecen nuevas para mí.
Tras las gestiones y los recados, me voy hacia la casa en la que viví tantos años. Debo supervisar algunos deperfectos y recoger la correspondencia. Saludo a los vecinos y me adentro en otro mundo.
Y, entonces… ha empezado la aventura. Me he pasado un par de horas, abriendo armarios, revisando cajones. Me encontraba en un lugar en el que, si he sido algo, es …feliz así que con unas galletitas de chocolate ( sí, confieso, las he comprado en la panadería…) como soporte vital, me he dedicado a explorar ( mi mundo, curiosamente), supongo que buscando un tesoro.
He encontrado un bloque de cartas de amor ( de esas que se escribían desde la mili -esa que ya no existe- ; – ) con las que pretendo hacer chantaje emocional ( y del que no ). El momento «revival» en casa, ha sido impagable. Muy romántico pero, también , con momentos de llorar de la risa. He prometido, bajo juramento de sangre, que jamás las haré publicas. Ni tan siquiera, un trocito…; – ) Una pena porque ahí ,hay un montón de material interesante. ; – )
En un fondo de un cajón, de una habitación que había sido de mi abuela, he encontrado un sobre amarillento con… ¡billetes! Un puntazo. ¡Qué emocionante!. Son del tiempo de la República , de 1000, 500 y 50. Iban acompañados del justificante de pago .Este tesoro, también ha tenido «coletilla» ya que he pasado un ratito examinando los valores, las series y aprendiendo cosas de los billetes. Vasto mundo… Son vulgares ( los billetes) menos unos cuantos que tienen un cierto valor. Ya veremos pero… esos momentos de sensación de qué había hecho el descubrimiento del siglo, me han sabido a gloria…Y los billetes, son muy chulos…
Otro tesoro ha sido el paladear los «millones» de albums fotográficos ( de los grandes) que había por la casa. Me ha parecido brutal el volumen de fotos y , brutal, también, esto que pasa en estos nuevos tiempos y en estos nuevos mundos, en los que todo se guarda en el ordenador…o en la nube ( eso ya, estando muy «on» en esto de las nuevas tecnologías)…
Más tesoros : el libro «Viaje a la Alcarria» que me firmó y dedicó el Sr. Cela. He rememorado esa cena y esa ocasión significativa en mi vida, en la que conocí al Nobel ( que no lo era). Yo tenía veinticinco años y había ganado un premio literario ( pequeñito y sin importancia). También he encontrado unos ejemplares de aquel cuento premiado que voy a rescatar ( digitalizándolo) y que, según como lo vea, lo cuelgo en el blog. ; – )
He acabado, en plan Indiana Jones , en intrépida misión arqueológica y emocional , llevando al parking unas bolsas con el siguiente botín : las cartas, los billetes, un par de kilos de fotos, el libro de Cela, mi libro, las galletitas de chocolate ( que me han sobrado) y una carga de energía , de la buena.
Hoy, estoy filosófica pero, también, aventurera. Y me ha gustado investigar por mis paisajes del pasado porque , cuando se me somete a uno de estos «revivals», acabo con la sensación de que la vida, ha sido una buena ( y, a menudo, feliz) aventura.
Y como hay que ser optimista ( tengo pruebas que el optimismo es contagioso y , por lo tanto, sólo al leer esto, ya os estáis infectando del virus), voy a hacer mío el slogan de un querido amigo ( que este sí que es 100% optimista por naturaleza) y que dice así :
«La aventura empieza ahora».
Que mejor final para este post que , Jericho, de Simply Red. La BSO oficial de mi aventura de hoy…
NB 1: Si desparezco por un tiempo y sólo llegan a este blog ,fotos de las paridísiacas playas de Mauricio , es que los billetes de la República, al final, eran más de lo que parecía… ; – )
NB 2 : El look de Indina Jones, es de Disney Bound. La idea es de Leslie, una fan canadiense de Disney, que crea estilismos basados en los personajes. En su blog, además, hay un enlace a una página que te linka cada complemento a la tienda on line ( de todo el mundo) donde puedes encontrar estas prendas…
Look Alicia (en el país de las maravillas)
Look Jack Sparrow :
Me has hecho reir y emocionar, porque me has recordado que cuando se «fue» mi madre aparecieron todas las cartas que le escribió mi padre (que YA se había ido también) Un beso
Previoso, Winnie.
Un abrazo.
Era precioso…
Esos viajes (porque son viajes) a la casa de nuestros padres o abuelos son una maravilla. Cuando voy a casa de mis padres todavía rebusco en algún armario o cajón y sigo sorprendiéndome con lo que encuentro. Como tú dices, sobre todo fotos, tantas historias contadas en esos trozitos de papel. Me produce melancolía, pero mezclada con alegría. Un sentimieno raro, quizás inventado, pero que no es negativo. Besitos madrileños
Ana
Viajes emotivos por la vida de cada uno…
Recibo los besos madrileños y, a cambio , te envío un kilo de petons ; – )
Me gusta el «look» Indiana Jones, aunque, si no te importa, le quitaría la calavera.
¡Menuda aventura la tuya! Ha tenido que ser como un empacho de emociones, de emociones de las buenas.
Conservo muchas cartas, pero hace años, haciendo limpieza, tiré un saquito entero al contenedor. Supongo que fue mejor así, tal vez, sin saberlo, me ayudó a romper con una parte de mi pasado que me impedía avanzar. No sé, quizá esté buscando explicaciones para justificar aquel ataque de locura.
¡Qué envidia tu sol! Te dejo que tengo que publicar post.
Yo yampoco me pondría el anillo- calavera pero si que es verdad que está bien buscado como parte del estilismo del personaje…
Supongo que hay muchos tipos de cartas : algunas, es mejor quemarlas y, otras, conservarlas toda la vida ( y acordarte de releerlas!)
Sol, el que quieras pero tú tuviste unos copitos de nieve… ; – )
Un abrazo y voy a por tu post.
Retorno al pasado, encuentro con la casa de tu abuela, cartas ¡qué ilusión!, situaciones queridas de nuestra infancia y adolescencia, ¡qué maravillosa sensación!
Lo has tenido que pasar estupendamente.
Me lo pasé estupendamente…aquellos años y este día.
Besos, Mercedes
Se me olvidó con las prisas preguntar por tu suegra. Espero que ya esté repuesta del susto del mendigo. Besos.
Ahora, es de «matinal» y está en casa ,en las horas que hace frío y está oscuro…
Mejor, de verdad.
Gracias por preguntar, Zambu.
¿Puedo bailar? Estoy escuchando una música maravillosa y es lo que más me apetece. Lo digo porque aquí dice que puedo hacer lo que quiera. :)
; – ) Efectivamente…Puedes hacer lo que quieras!!!!
Y me encanta que bailes!!!!!!!
¿Cual es esa música maravillosa?
La banda sonora de «The Artist», el vídeo que he colgado en mi último post. Me voy pitando.
Me he contagiado de tu emocionante aventura, estoy con ganas de más. ¿No tienes más recados ue hacer?
;-)
Me haencantado tu relato. es bonito vivir esas experiencias tan emotivas, sobre todo si la conclusion es satisfactoria… y ne ha gustado los estilismos de tu ssguidora, quiero el de indiana jones… si escribo mal es porque estoy desde el telefono… saludos!!!