#NuevaRealidad ( princesa.)

Hoy , he perdido a la única persona en el mundo que me llamaba Princesa. Mi padrino ( el padrinet), un ser hermoso , que, sin ser mi familia de sangre , se convirtió en mi familia de corazón.

Hoy, navegando en la pérdida, he empatizado con todas esas personas que han perdido a un ser querido, ingresado en una Residencia . No ha muerto por el virus pero , ese virus, que algunos parecen no temer, ha hecho que se restringieran las visitas.

Desde Marzo , lo hemos visto poco …

Ese poco pesa mucho…

Todos los abuelos de la residencia en la que residía estaban y están protegidos y tratados con una calidad profesional y emocional que nos ha dado mucha paz. Han sido magníficos en momentos muy complicados que han sido más fáciles con las videollamadas y la información constante y tranquilizadora. El valor de todas esas personas no se puede cuantificar ni medir. Les agradezco sinceramente su labor.

Tras el desconfinamiento y pasando por todas las fases con un cuidado escrupuloso, llegamos a verlo cada semana. Al principio, una sola persona y la misma durante quince días durante 30 minutos. Después, ya nos dejaron ir a dos.  Más tarde, cuando aparecieron los primeros rebrotes ( de este virus al que algunos restan importancia) las visitas se volvieron a restringir. Ahora, hacía una semana que ya estábamos en el ciclo de una persona.

A mí me tocaba visita el próximo Jueves día 15 a las 11:30. Aún no la he borrado de la agenda…

Hoy, no soy princesa. Durante un rato, hasta que se me pase esta rabia y el dolor. Después, sé que me reconfortará saber que tuve la suerte de tener a esa persona en mi vida, desde mi infancia hasta hoy , que me llamaba princesa

Amor infinito.

NB : Hace cinco años , escribí este post de título “Princesa” (no podía ser de otra manera…)

#NuevaRealidad ( visita a la residencia.)

Una visita a una Residencia de Mayores es una de las experiencias que más me ha ubicado en la #NuevaRealidad.

Una sola persona y la misma durante quince días. Sólo pasadas las dos semanas, podemos cambiar de visitante. Nos vemos en el jardín, a más de dos metros de distancia. Las visitas son cronometradas , máximo 30 minutos. Otras familias esperan su turno. Antes de entrar, cuestionario, toma de temperatura, teléfono de contacto, desinfección, mascarilla y protección facial de plástico .Ya no puedo abrazar, ni besar. Tampoco salir a pasear, ni parar en ese bar con la terracita perfecta para tomar un aperitivo ( escondiéndoselo a la enfermera que no nos pasa ni una, aunque sé que lo sabe… ; – ))

Todos los residentes y el personal han estado bien en los peores momentos de la pandemia y quieren seguir estándolo. Se lo agradezco profundamente.

Al agotar mis 30 ( bueno, fueron 34 ) minutos, salgo a la calle. La residencia está a una calle de la playa. El cambio de situación es radical : mucha gente, pocas mascarillas y sin distancia social ( es un concepto al parecer, complejo) .

 

@unitednations

El equilibrio pandémico entre la visita y la playa es difícil. El desequilibrio está en la playa, claro. No vamos bien…

NB : Eso sí, los veías ponerse protección solar. Algo es algo…