
Hoy , he perdido a la única persona en el mundo que me llamaba Princesa. Mi padrino ( el padrinet), un ser hermoso , que, sin ser mi familia de sangre , se convirtió en mi familia de corazón.
Hoy, navegando en la pérdida, he empatizado con todas esas personas que han perdido a un ser querido, ingresado en una Residencia . No ha muerto por el virus pero , ese virus, que algunos parecen no temer, ha hecho que se restringieran las visitas.
Desde Marzo , lo hemos visto poco …
Ese poco pesa mucho…
Todos los abuelos de la residencia en la que residía estaban y están protegidos y tratados con una calidad profesional y emocional que nos ha dado mucha paz. Han sido magníficos en momentos muy complicados que han sido más fáciles con las videollamadas y la información constante y tranquilizadora. El valor de todas esas personas no se puede cuantificar ni medir. Les agradezco sinceramente su labor.
Tras el desconfinamiento y pasando por todas las fases con un cuidado escrupuloso, llegamos a verlo cada semana. Al principio, una sola persona y la misma durante quince días durante 30 minutos. Después, ya nos dejaron ir a dos. Más tarde, cuando aparecieron los primeros rebrotes ( de este virus al que algunos restan importancia) las visitas se volvieron a restringir. Ahora, hacía una semana que ya estábamos en el ciclo de una persona.
A mí me tocaba visita el próximo Jueves día 15 a las 11:30. Aún no la he borrado de la agenda…
Hoy, no soy princesa. Durante un rato, hasta que se me pase esta rabia y el dolor. Después, sé que me reconfortará saber que tuve la suerte de tener a esa persona en mi vida, desde mi infancia hasta hoy , que me llamaba princesa…
Amor infinito.
NB : Hace cinco años , escribí este post de título “Princesa” (no podía ser de otra manera…)