Niveles muy bajos. Bajísimos.
Es una desgracia para los ciudadanos de… ¿el mundo?
Según la RAE , en su tercera acepción de este sustantivo, nivel es “Grado de desarrollo o de progreso de una persona o de una cosa en relación con otras.” De los políticos, personas a las que cedemos nuestro voto para que gestionen nuestra vida en comunidad, ahora mismo sólo podemos decir que el nivel es muy bajo… Su “grado de desarrollo” es preocupante… Es más ¿Se han desarrollado?????
Tengo la sensación que soy una espectadora de una obra de teatro de humor negro: agresividad, insultos, discursos vacíos de propuestas (muy grave), gestos teatrales ridículos e inservibles, desinformación, opinadores (que no periodistas) dispuestos a confundirnos más, sistemas obsoletos, demasiado interés por el poder y poco interés por los ciudadanos y una extraña y preocupante animadversión a hablar. A dialogar. A escuchar, aunque lo que pensamos sea diametralmente contrario… ¿Qué sería de la humanidad sin esa habilidad? Es posible que aún viviéramos en la prehistoria, encerrados en nuestros territorios y enfrentados al resto de tribus…
Los domingos, compro prensa escrita de diferentes y opuestas corrientes ideológicas. Me dedico a comparar la información con la pretensión de entender qué pasa… Es una misión utópica. Imposible.
El nivel político es tan, tan bajo que da miedo…Y va por todos. Señores políticos: hay que prepararse, formarse, leer, reflexionar y bajar en la parada del mundo real para darse una vuelta por aquí…
NB1: Grande el Maestro Forges. Se le echa de menos…
NB2 : Este es un «quejío» en toda regla. Concepto acuñado por un buen amigo , autor de esta ilustración.