Un poco de saturación de color por aquí y por allá y el paisaje familiar se convierte en un paisaje donde habitan las hadas.

Ommm.
Feliz fin de semana.
Doy un paseo por el bosque, uno de esos sencillos, de los que sirven para respirar, para mirar y para oír el susurro de las hojas, las que pisas y las que caen… En medio del camino, me encuentro una señalización. Es extraño, nunca la había visto allí…
Y la sigo…
He estado en el Bosque de las Hadas…