El enemigo es poderoso, enorme y ellas son pocas y pequeñitas pero ya han iniciado la huida.
Están disconformes. Quieren dejar de pertenecer a la gran masa, quieren irse a otro lugar.
Pero el enemigo las captura y las atrae, las quiere atar para después fusionarlas y que dejen de ser nubes libres.
El viento amigo las ayuda y unas cuantas valientes inician el camino hacia las alturas de ese cielo azul.
Y, entonces, otra parte de la gran masa, la que ha visto huir a las nubes díscolas, se da cuenta que es posible la libertad. Que se puede dejar atrás a la nube grande y abusona.
Al final de esta historia de nubes, sólo queda esta.
En el mismo lugar , dónde de desarrollo ese acontecimiento épico de «liberación de nubes», ahora mismo sólo hay una pero la historia se repite : hay una porción de nubes disconformes que quieren ir a su aire…
NB : O un submarino… ; – )
Qué buena historia de nubes! Libertad! Hay que nebulizar! Saludos!