Cubos y regaderas.

Foto de Amritanshu Sikdar en Unsplash

Antaño, mi madre siempre que llovía, sacaba sus cubos y regaderas para tener agua de lluvia para regar a posteriori. Antes, llovía más y muchas veces la hacíamos desistir de su acopio porque, a la vez, el agua estancada hacia proliferar los mosquitos tigre en esta zona mediterránea. Ahora, lo vuelve a hacer y, con razón. Emergencia. Sequía.  Quiere tener agua para, cuando no llueva, regar las plantas del pequeño jardín que mi padre le dejó con un mandato: “Cuídalo”. A ella le encanta: cortar flores marchitas, cambiar macetas y… regar. Ahora, no lo hace. Si los agricultores no pueden regar sus campos ella, no va a regar unas plantitas. Y mira que ese pequeño jardín es un refugio emocional donde se reencuentra con mi padre, pero es sabia y respetuosa. Y sabe que él hubiese hecho lo mismo.

Compraré cubos y regaderas de más para que esté más tranquila y por si hay suerte y hay más lluvia. Hay sequía y restricciones de agua en el campo. Si no llueve de aquí a septiembre, restricciones en los hogares. 

Y la incertidumbre de cómo podemos gestionar lo que viene. Porque viene y con los cubos y las regaderas no solucionamos, aunque mi madre ponga todo su empeño…

Foto de Markus Spiske en Unsplash

Un pensamiento en “Cubos y regaderas.

Puedes leer, puedes escribir , puedes hacer lo que quieras...

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.