Desde mi casa, no veo las puestas de sol. En mis fronteras, lo que asoma es la luna (por eso doy tanto la lata en esta blog con las fotos lunáticas) pero este mes de agosto he estado disfrutando de los atardeceres.

Colores anaranjados, pero también tonos violeta y rosa. Días con nubes, otros sin, pero, siempre , de una belleza enorme .

Y, al igual que cuando miro la luna, me siento diminuta y culpable. ¿Cómo nos podemos estar cargando esto?
Después, me vuelvo a sumergir en la belleza, hago las fotos y me olvido por unos instantes de lo estúpidos que somos…

Unas fotos preciosas. Un abrazo.
Gracias! Abrazos.
Soy un enamorado de los atardeceres, me apasionan, ¡no entiendo porque! Es como que me teletransporto a un lugar que ni existe. Es algo que nos ofrece la naturaleza, algo tan mágico, tan bonito de ver…
Son unas fotos magnificas.
Hola Josep, la naturaleza suele ofrecer espectáculos magníficos y cada día! El mes pasado yo también me apasioné con los atardeceres…Wow!
Unas fotos preciosas.
Me encantan los atardeceres -la luna tambien 😉 – sobre todo si son con nubes.
Somos estupidos e insensatos
Espero que no nos lo carguemos… un abrazo, Efw