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Yo me alegro muchísimo de que se vaya Trump. No es por adhesión a una u otra ideología política. Me da igual que sea rojo o azul. Hay una incapacidad de liderazgo que se torna en un “anti-liderazgo” peligroso y violento. Perturbador. Ahí hay mucho material de estudio para las Ciencias de la Salud Mental, Sociología y Ciencias Políticas.
Me alegraría que se fueran todos los que asumen esas posiciones de confrontación y crispación en todos los países del mundo. También en el mío…
Las generaciones que vienen tienen mucho trabajo por delante porque la nuestra, ha fracasado en esto de la concordia y la conciliación. Les dejamos un planeta hecho unos zorros y un estilo político miserable y viciado en el que los que piensan diferente son incapaces de acordar ni siquiera en lo que están de acuerdo. Ni la grave situación de pandemia mundial ha cambiado las cosas.Triste.
Estos días, veía en televisión a los niños, felices, jugando con la nieve, y no podía evitar pensar : ¿Cómo disculparnos? ¿Cómo pedirles perdón por el futuro al que les enviamos?
El niño de cuatro años, enfundado en un mono de invierno, tapado con gorro, mascarilla y bufanda, riendo con esa energía infantil tan pura, le tira una bola de nieve al cámara, pero me impacta a mí, directamente en el corazón.
¿Cómo solucionamos esto?
Yo no siento decepción pues no confiaba en que cambiara absolutamente nada de lo sustancial en nosotros con la pandemia. Al revés, el sistema se hace más severo e injusto si cabe. No tiene visos de cambiar nada, al menos, a corto plazo o inmediatamente. Vivimos una involución radical de un tiempo a aquí y… Yo no confiaría todo a nuestras próximas generaciones, y ya hemos visto que incluso ni con una especie de Apocalipsis cambian las cosas a mejor… Esto cada vez pinta peor como tú perfectamente apuntas, desde hace tiempo la sociedad solo intenta achicar agua y ya es, generalizando, un ¡sálvese quien pueda!
Me salió como una disculpa del alma ante la cada vez más alarmante idea, que no vamos a dejar las cosas mejor.Al revés…Pero si que creo que muchas personas han cambiado sus “parámetros existenciales”por la pandemia. Y, bueno, me acojo a aquello de “muchas gotas forman un mar”…aunque se tarde siglos.
Empieza todo en el ciudadano. En nuestra ética y conciencia personal. Y de ahí, se extiende a la política (que vendría a ser nuestra ética social) y nuestra incapacidad es manifiesta para convivir en armonía. La justicia es tuerta y la política es insociable e irresponsable. La pandemia empezó mucho antes del COVID 19
Yo no me siento representada por la política actual.Mucha gente de mi entorno está igual.Realmente es nuestro reflejo?
Ya es un espejo tan gastado y sucio que no refleja nada. El problema es que no sabemos qué detergente lo volverá brillante. Si hay que limpiarlo, restaurarlo o llevarlo al contenedor que corresponda. Precisamente cuando el pensar de la ciudadanía se extienda a la política, nos irá mejor a todos.
Gracias por tus comentarios, Alcanher.
Te salió un post muy Mafalda, con el que, desgraciadamente, coincido. Petons