Con “ a fuego lento” me refiero a esos platos a los que tienes que dedicar tiempo y cariño. De los que requieren de una preparación, de una elaboración cuidada y sobre todo … esos que sólo te salen cuando tienes ganas de hacerlos.
Ya no me refiero al tiempo –que cada uno tiene su disponibilidad -sino a la predisposición de tu mente a realizar el plato, a ejercer todos los actos de la cocina. Uno a uno. Y , si puedes, disfrutando en el intento. Si no estás ahí, en la cocina en cuerpo y alma, es posible que lo que salga sea un churro. Más o menos comestible, pero un churro. La concentración, como en muchos deportes, es vital para que todos los ingredientes armonicen, se unan o diluyan, se equilibren y sepan a gloria .
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Y , mientrás, la música, sonaba deliciosa. Sting & David Sanborn con una versión muy especial de Ain’t no sunshine when she’s gone.
En estado de máxima concentración, he continuado todo el proceso hasta dejar mi reluciente olla en estado de “chup-chup”. A fuego lento… Sin querer, en el proceso, he ido hiriendo la sensibilidad musical de mi entorno, cantando emocionada…Puede ser que vociferando sin afinación, lo admito.
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Mientras mi guiso seguía a lo suyo, he recogido todos los utensilios. He limpiado y ordenado y todo ha salido bien . Ágil. Coordinado.Hay veces, que haciendo el mismo plato, dejo la cocina totalmente arrasada a mi alrededor. Abro mil armarios, busco lo que me falta para seguir, y se me amontonan los cacharros a cada paso que doy. Esta fase de “recogida” es , en esos momentos, muy penosa. En cambio, en otras ocasiones, hasta eso se convierte en una tarea sencilla. Hoy, ha sido así. Mi cocina lucía primorosa y mi receta cobraba vida, lentamente.
Ahora, reposa. Es uno de esos platos que se merecen que el tiempo los perfeccione y lo dejaré, a fuego apagado, para que descanse con el calor que aún emana.
He acabado mi sesión cocinera-DJ, viniéndome arriba con One de Mary J Blige & U2
Mmmm … seguro que estaba delicioso. 😋😋