#Encasa ( lo del vecino vigilante.)

En mi calle hay un vecino #BalCop (Policía de Balcón) que , apostado en su terraza durante el día, se dedica a increpar a algunas de las (pocas) personas que pasan por allí.

A su favor, debo decir que es selectivo. Si es una persona con una bolsa del súper cercano a la calle, no dice nada. O alguien con un perro. Vale.  Pero ayer, vio a dos chicas caminar juntas , o sea, no había distancia de seguridad y lo oí : ¿A dónde vais? ¿Qué no veis que nos estáis poniendo en peligro a todos? El primer día que lo oí, pensé que el “¿A dónde vas?” era una pregunta desde el balcón a alguien que conocía, pero, con el tiempo, se ha confirmado que forma parte de su función de vigía supervisor del confinamiento.

Es difícil no empatizar con él, pero, hay que tener mucho cuidado. Estamos en una situación frágil y desconocida. Ha habido ciudadanos vigilantes que han increpado a niños autistas o a personal sanitario que volvía a su casa…Me comentaba una amiga que ha conseguido un permiso médico para que su padre pueda salir a pasear , sin alejarse de su casa, por un período de 15 minutos para controlar su diabetes y ansiedad. Es mayor, pero vive en una zona aislada, con pocos vecinos y parecía tener un “recorrido seguro” con la máxima distancia social. El hombre salió sólo un día. A los cinco minutos , alguien le gritó desde una ventana . Volvió a su casa y no quiso salir más.

Personalmente, creo que la proporción de población que incumple el confinamiento es mínima. La mayoría estamos cumpliendo las normas a rajatabla. El gran esfuerzo global es un mérito de todos y podemos estar orgullosos de ello.

Pero mi vecino #BalCop , por si acaso, sigue ahí vigilando. Cuando salgo a sacar la basura, lo saludo.

Y voy rapidísimo…

NB : Photo by arvin keynes on Unsplash

La crisis ( ¿Qué es estum? ).

En primer lugar, gracias , Quino, por haber creado este personaje, tan imperfecto , tan sabio y tan maravilloso.

Que la hemos cagado, está claro. Pero, no solo los españoles ( que aún nos podemos dar con un canto en los dientes, visto lo visto en The EE.UU) sino que la metedura de pata transciende de forma global e imparable por toda Europa.

Nosotros, los ciudadanos (teóricamente soberanos), asistimos al espectáculo del derrumbe total, desde una incómoda posición de espectador pasivo, sin nada que poder hacer . Totalmente indefensos. Totalmente confundidos. Totalmente acojonados…

Es posible que en nuestro entorno más cercano, aún no haya habido víctimas de la famosa crisis ( Cris, para los amigos). Nuestros familiares, amigos, nosotros mismos, podemos pagar nuestras deudas, seguimos trabajando y solo hemos modificado algún hábito de luxe, por aquello de la contención y la previsión. Pero , de momento, no pasa nada. Pero, nos repetimos machaconamente que no hay que fiarse, que Cris aparece de un día para otro y sin avisar y que la cosa está pendiente de un hilo. Lo han hecho bien. Me refiero a los asesores de comunicación de los «aparatos» políticos: de tanto y tanto hablar de crisis, ya nos hemos hecho a la idea… Supongo que así el fuerte tortazo que se avecina , puede mitigarse aunque va a doler …

Nosotros, los pobres ciudadanos ( ya en crisis piscológica), solo podemos esperar. Ver y oir. Y esperar.

Que a un amigo lo despidan ( las empresas descienden en ventas…), que un cuñado se lamente de como pagar la hipoteca ( que ya se la habían concedido, hilando muy fino) el próximo mes, que nos rebajen los incentivos en la empresa, que las cenas de los sábados sean en casa, áquel colega que en mayo se quería separar y lo tenía todo planeado pero ahora, no puede costearse una doble vida y la manutención de los tres niños, que me finiquiten por suspensión de pagos… Y cuando pase, si pasa, ya estaremos tan habituados a estar en crisis , que lo iremos llevando con dignidad , a la vez que creamos un nuevo orden mundial: el de después de la crisis.

Nos hemos equivocado en no exigir a nuestros políticos y a nuestros gobiernos , menos politiqueo y más trabajo. Por qué su trabajo es hacer que las cosas vayan bien, que el país sea rentable y la gente feliz. No puede ser que nuestros dirigentes no conformen equipos de gente preparada, de alto nivel, más allá de la izquierda y la derecha ( Todos son unos antiguos!!!), del rojo y el azul. Mentes pensantes que puedan analizar preveer y solucionar y si es necesario, pinchar una burbuja en el momento oportuno. Mentes libres que no se dejen llevar por estereotipos rancios y trabajen por el bien global (¿Es incompatible ayudar al trabajador y a la empresa?, por ejemplo. ¿Si ayudas al trabajador eres de izquierdas y si ayudas a la empresa , eres de derechas?. Y, si ayudas a ambos ¿ Qué eres?… ).

Nos hemos equivocado al elegir ( tanto los que están como los que se oponen) aunque, dicho sea en nuestro descargo, no nos lo han puesto muy fácil. Hay las opciones que hay y, sinceramente, todas huelen mal.

Saldremos de la crisis. Hay que ser positivo. Pero una de las lecciones que debemos aprender es que tal y como están las cosas, precisamos un cambio profundo. Necesitamos poder oir voces racionales para todos.Necesitamos más opciones. Necesitamos aprender a exigir profesionalidad a nuestros políticos ( y no estaría de más, expedientes académicos brillantes, dominio de idiomas y experiencia). Necesitamos que acaben con este circo.

Ya han hecho mucho el payaso.

Todos.

Y mientrás : Crisis, go home.