“Errar es humano, perdonar es divino, rectificar es de sabios”. Alexander Pope
La palabra “rectificar” es bonita. Lleva implícito el concepto de asumir el error y la acción de corregir la imperfección de algo ya hecho.
Es muy simple: Hago algo, digo algo, escribo algo y me equivoco. Detecto el error, escucho a los que me dicen que hay un error y compruebo que hay un error. En consecuencia, rectifico, corrijo, modifico y reparo.
A la vista está que sabios hay pocos y son pocos, pues, los que saben aceptar, enmendar y reposicionarse.
¿Te imaginas que, desde pequeño, nos enseñaran a saber rectificar?
El mundo tendría a más sabios dispuesto a mejorarlo.

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