La camelia se está haciendo esperar. El año pasado, por estas fechas, ya había florecido. Incluso asistí a la caída de la primera flor, pero sin escuchar el sonido armonioso que los poetas japoneses llaman “bo-to”. A ver si este año lo oigo…
Ahora, está más alta y han emergido los capullos, pero , de momento, no hay flores. Ni una.
Dicen que lo bueno se hace esperar.
Espero que podamos decir lo mismo del 2022: estamos esperando lo bueno desde hace dos años. Ya toca