Finalmente, hemos creado un problema territorial entre las aves de la zona. Al colgar el comedero para el petirrojo, convocamos a los pájaros autóctonos al bufé libre de agua y semillas. Imposible poner un rótulo con el “Reservado el derecho de admisión”. Es como poner puertas al cielo …
El invento daba para medidas tipo petirrojo /gorriones pero cuando aparecieron las tórtolas , amorosas pero enormes( en vez de “tortolitos” deberíamos decir “tortolazos”) y los mirlos, la cosa se complicó.
Total, que el invento se ha venido abajo definitivamente. Ya estaba reparado con anterioridad pero , esta vez, la madera se ha partido. Ciao al comedero.
Hemos decidido no sustituirlo para no volver a desequilibrar el hábitat y no provocar más conflictos territoriales.
Fue bonito mientras duró pienso mientras veo al petirrojo y a las tórtolas revoloteando por el lugar, desorientados, buscando algo que ya no está …
Muy lindo! Lástima que no duró pero la intención era maravillosa