Paisaje, descanso, sol, flores,… La Semana Santa, la primavera y las vacaciones. He hecho lo mismo que todos esos seres humanos que he estado viendo en la televisión en la sección de actualidad nacional. Unos días de desconexión placentera que se parece mucho a lo de antes del virus…
Pero nada es como antes. En las noticias de actualidad internacional, también he estado viendo a los que ya no tienen hogar, ni ciudad. A los que han muerto, a los que han herido, a los que siguen allí y a los que se han tenido que refugiar en otro país. Bombardeos, mísiles, destrucción y crimen. Pasan los días y no se intuye una solución.
Esta normalidad aparente pretendía enmascarar nuestra tristeza e impotencia porque ya nada es normal en estos tiempos que vivimos.
Y, aquí seguimos, esperando el milagro …de la civilización…
Es que asociamos «normal» con «inmutable» y eso no existe. Decía Olivia E. Butler que la única constante en la vida es el cambio.
Así es lamentablemente. Oremos y meditemos 🙏