Tengo un pincel.
Ni recuerdo como llego a mi bote de cristal, en el que están todos los pinceles viejos….Este pincel es…peculiar.
Todo lo que pinta, lo hace de color de rosa… No importa que tono elijas: blanco, azul, incluso negro. El pincel sólo pinta de rosa… Al principio, claro, sólo lo utilizaba para pintar .¿Para qué más vas a utilizar un pincel, no?…Pero un día, apareció encima de mi cama. ¿Cómo? Eso ya no lo sé…
Lo cogí para dejarlo en su lugar y se me cayó al suelo, encima de mis zapatos. Entonces, mis zapatos se volvieron rosa. No quería creer que había pasado lo que habían visto mis ojos. No podía creerlo…pero sí, mis zapatos eran de ese color.
Miré el pincel y me acerqué al vestido de tul blanco que colgaba de una percha. Le di un toquecito con el pincel y…rosa.
Pensé que eran imaginaciones mías y quise…aclararme. Me dirigí al salón. Allí, en el sillón descansaba la colcha de ganchillo que me había hecho mi abuela. Era de un color crema, desvaída por los años. ¿Y rosa? –pensé…
En la cocina, había dejado unos sorbetes de limón, para que se atemperasen un poco. ¿Pruebo?
Y tenía una rodajita de limón para decorarlos…Venga.
El pincel lo pintaba todo de rosa… Pinté la cama, el iPad, la televisión, el microondas, mi pelo, mi piel… Y, entonces, se me ocurrió una idea maravillosa.
¿Por qué no pintar mi vida de rosa?
Y lo hice pero…nadie me creyó. Nadie. ..
Sí, soy esa mujer que va vestida de rosa y que lleva un pincel en la mano que no suelta jamás. Tengo ilusiones y expectativas. Soy optimista. Todo irá bien, ya lo verás…Siempre sonrío, me paro a deleitarme con los pequeños detalles de la vida y es posible que, si me dejan, hasta les de una pincelada de rosa.
Ahora, estoy aquí…Cuatro paredes blancas y acolchadas pero…son blanditas y eso está bien….Y me han dejado quedarme con el pincel. He oído como susurraban que no se puede considerar una herramienta peligrosa. ¿Peligroso un pincel que lo pinta todo de rosa?…¡Vamos, hombre!
Y ahora que me miro esta habitación, mejor que le de un poco de color. Esto lo soluciono yo con cuatro pinceladas y, de paso, también pintaré esta camisa de rosa aunque…me va a costar un poco más, con las manos atadas a la espalda…
Final Optativo (rosa)
Nadie sabe como ha podido pasar. Se ha prohibido hablar del incidente pero todos saben que la habitación de aislamiento ha amanecido de color rosa. La camisa de fuerza, del mismo color, estaba tirada en el suelo, en un rincón, al lado del dibujo de una puerta …también rosa. La mujer, la que llamaban «La del pincel» , había desaparecido.
Allí, no había nada más.
Ni nadie.
¡Qué fotos tan chulas, Bypils! Me gustan todas y, por supuesto, el pincel. Ya sabes que, al igual que Picasso, estoy viviendo mi período rosa. Y me gustaría, además, un jersey de ese color. Me gustaría también ver los Oscars con ese vestido.
Buen color, siempre que sea pastel, palo o nude.;-)
El día que recojas tu Oscar, ese día: de Rosa!! ( y que yo lo vea) ;-)
Un abrazo.