#Encasa ( lo de las videollamadas.)

Oí en un programa de radio sobre nuevas tecnologías, que las videollamadas han descendido de forma drástica. Sigue aumentado el uso de chats pero sin imagen. WhatsApp en formato mensaje (escribiendo o en nota de voz) tira millas…

En el principio del confinamiento, empezamos a hacer videollamadas como locos. Con un interlocutor o con un grupo. No había problema. Normalmente estaban programadas (sobre todo las del trabajo) pero también había de las que denominaremos  “espontáneas” …

Photo by visuals on Unsplash

Estas llamadas se producen en un momento en el que, visualmente, no estás presentable. Y las cámaras de los dispositivos, la verdad, no ayudan a mejorar ese aspecto. Son las que te pillan con cara de sueño, la barba despeinada y el pelo loco, con una mascarilla de arcilla verde cubriendo el rostro , haciendo deporte, acabando de hacer deporte, recién salido de la ducha, o simplemente, con pocas ganas de videollamadas.

También se da la incomodidad física. Mi madre se cansa de tener el teléfono sostenido a la altura de la cara y, hay un momento que dialogas con un escote o un primer plano de algún objeto indefinido. “Se me cansa la mano”, me dice y tiene toda la razón.

Es posible que, tras la apertura de las peluquerías, se vuelva a incrementar el uso… ; – )