#Encasa (lo de la vergüenza ajena.)

Estos días, estamos viendo en televisión, imágenes de aglomeraciones. Primero, los espacios de paseo y deporte, con un exceso de personas. Después, terrazas llenas, jóvenes indomables de botellón y, finalmente, la manifestación/cacerolada/oloquesea en un barrio de Madrid , que también se quiere convocar en otras ciudades españolas .

Todos estos episodios me han hecho alucinar en colores, pero , esto último ha sido la gota que colma el vaso. En otra situación,  y no la de emergencia sanitaria que estamos viviendo, que cada uno se manifieste como quiera, pero, en este mes de mayo del 2020 hay que ser muy lerdo, muy ignorante e irresponsable para incumplir las normas básicas que detienen el contagio del virus que está jodiendo a todo el planeta : distancia social que quiere decir “física”- por si esta gente no lo ha entendido bien- y nada de aglomeraciones.

United Nations COVID-19 Response

Lo que les falta es creatividad : que hagan piruetas en sus balcones, que cuelguen pancartas, que hagan una sinfonía con las cacerolas o una coreografía desde las terrazas con la canción que más les guste, que se pongan todos las banderas ( las que sean) como capa y estén ondeándolas durante una hora, que lo hagan todo por redes sociales, como quieran pero sin apelotonarse en la calle y , por favor, que no sea a las ocho de la tarde .

A las ocho, aplaudimos a los profesionales de la sanidad . A ese colectivo sobrepasado por la situación que, en caso de que estos irresponsables se contagien y contagien y vayan contagiando a los demás, son los que velaran por su salud.

Es mi país , formo parte de esos 47 millones de personas que lo conformamos y me da vergüenza ajena.