Photo by Evgeni Evgeniev on Unsplash
Desde arriba, el bosque se ve precioso. Copas frondosas, árboles de todos los colores, un cielo azul al que le puedes dar un mordisco… Un espacio, desde el que, ni queriendo, puedes ver lo que hay abajo.
Photo by Casey Horner on Unsplash
Desde esa altitud privilegiada, se toman decisiones y se gestionan los recursos del bosque y de la gente que lo habita. Que, si este trozo de bosque será privatizado, que, si la zona más al norte se rebela, pidiendo más lianas, lo mejor es no hacerles ni caso, que ahora vamos a dar una concesión de lianas, a cambio de frutos no declarados a unos amigos que también viven ahí arriba, que los frutos que tanto cuesta recolectar a la comunidad se inviertan mal , que no importa que los que viven de las hojas de los árboles que cultivaron hace años, ahora no tengan para subsistir dignamente: ¡Que ahorren más hojas!, dicen desde las copas…
Y, allí abajo, la gente hace malabarismos para cuidar su bosque.
Y, allí arriba, los árboles no dejan ver el bosque…
Bosques… llenos de vida, silenciosos, mágicos, maravillosos. No se me ocurre ningún sitio mejor en el que poder estar.
Qué fotos más bonitas!!!
Besos.
Los bosques son templos, de calma, silencio, bienestar …
Fotografiar como observar bosques siempre es agradecido. Por mal que lo hagas su belleza te envuelve siempre.